todos estamos rotos por dentro
y no hay quien diga que no
de diferentes formas, colores y tamaños
pero rotos al fin al cabo
que dolor mas extraño, como el largo vacio
sigiloso a su sombra, asomandose mientras acaricia nuestra mejia
escarbando en las entrañas, dolores insuperables
heridas incicatrizables, hurgiendo en el pasado
como si aferrarse a ella fuera su ultimo recurso,
matando, cercenando todo a su paso,
que dulce sufrimiento, del que se acuerda cuando puede
y que jode cuando quiere.
No te preocupes, esta vez te dejaré ser
apoderante de mi sonreir, destruyendo todo optimismo guardado
desechandolo al olvido.
dejandome morir en cada reventar de las olas de mi eterno mar
donde nunca supe nadar
intentando flotar en la realidad
fingiendo estabilidad en la oscuridad
que tan equivocados estamos,
en donde situaciones inusuales vemos, y hoyos abismales no sabemos.
quejidos oímos, dolores del alma no vemos
palabras hirientes decimos, consecuencias no medimos
Y donde personas estables vemos, desordenes mentales no sabemos
porque todos estamos rotos por dentro, pero rotos al fin al cabo
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