Tócate esta noche
como tantas otras libres de pudor
Mientras me deliras desde de tus oscuras entrañas.
Que aquí me tienes a tu merced,
Ardiendo en tus manos
Mientras mi voz , éxtasis prohibida
Afrodisea cada milímetro de tu suave piel.
Dejando en un ir y venir, tus ansiosos dedos
Libres de temor, alcanzando la cúspide de tu alta montaña a escalar
Hirviendo de deseo ajeno a mi cuerpo.
Devorándome en tu jadeante respiración, invadiéndote hasta el alma
No te detengas, que quiero sentirte
Duro y fuerte, socavándome los pensamientos
desde los intensos hasta los más húmedos
Larga e imponente, como espada en guardia.
Sigue, y no pares, que la vida se resume en un tubo de escape
Estallando con presión la felicidad oprimida.
Y en tu clímax por alcanzar, tu mente mi nombre deberá recordar
Liberando tu dulce manantial, recital para el paladar
Eres mío sin propiedad;
Estrechándote hacia la dicha expresa, que seré solo yo, quien siempre encienda esa cabeza, con inminente dureza.
como tantas otras libres de pudor
Mientras me deliras desde de tus oscuras entrañas.
Que aquí me tienes a tu merced,
Ardiendo en tus manos
Mientras mi voz , éxtasis prohibida
Afrodisea cada milímetro de tu suave piel.
Dejando en un ir y venir, tus ansiosos dedos
Libres de temor, alcanzando la cúspide de tu alta montaña a escalar
Hirviendo de deseo ajeno a mi cuerpo.
Devorándome en tu jadeante respiración, invadiéndote hasta el alma
No te detengas, que quiero sentirte
Duro y fuerte, socavándome los pensamientos
desde los intensos hasta los más húmedos
Larga e imponente, como espada en guardia.
Sigue, y no pares, que la vida se resume en un tubo de escape
Estallando con presión la felicidad oprimida.
Y en tu clímax por alcanzar, tu mente mi nombre deberá recordar
Liberando tu dulce manantial, recital para el paladar
Eres mío sin propiedad;
Estrechándote hacia la dicha expresa, que seré solo yo, quien siempre encienda esa cabeza, con inminente dureza.
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