Mala Bestia

Mientras la vida me llevaba de paso,
Él estaba aterrizando en medio del Museo, no quería esquivarme porque sabía que más allá de la incertidumbre, no había más que perder.
La noche cayó como el parapente en el que decidí lanzarme.
Temía conocer su sonrisa y que no exista retorno.
En el instante en que acepte que no habían más pesadillas , él estaba pintandome de colores.
No quería más despedidas en mi vida, pero él vino a invadirme, y era muy tarde; no quería que se fuera.
Besándome hasta la última herida, me revivió del averno.
Abrazándole desde los temores, hasta sus puntas decoloradas, lo hice mío, le reafirmé que tampoco para él existía la palanca de reversa.
Me tiene a su merced, en el Festival, en el Munich, en el Estadio Nacional,en España, en Chinkana, en el Polo, en su hogar y en el Palacio.
Porque soy su Bella y él mí Mala Bestia.

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