Anónimo

Somos el cruce accidentado de miradas sin punto a la deriva.
Las ganas de vivir a mil, ocultos de estereotipos, producto de la opresiva sociedad.
Ajustándonos a un frío saludo, cuando las llamas van devorandonos al paso.
Encarrilando mis infinitas ganas de ti, mientras dibujo, debajo de aquel frondoso bosque, esa uve que nace en tu linda boquita.
Dejándome seducir con tu seriedad y la discreción que dices tener, pero que olvidaste en la mochila.
No necesitamos más tiempo para esta profecía escrita por el destino, enlazando casualidades, hasta agotar en evidencias, que debajo del anónimo, somos 2 amantes en uno. 

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